Este mobiliario se le denominaba antihigiénico porque los educandos adoptaban posturas impropias y perjudiciales para la salud.
Estos bancos siguieron existiendo hasta la época de la reforma escolar y aún mucho después.
Desde un punto estrictamente higiénico, se pretendía eliminar todas las enfermedades escolares: escoliosis, miopías, etc., atribuidas a las falencias del mobiliario usado en las escuelas.
El doctor Godin plantea la elaboración de un mueble racional que se ajuste a cada niño.
Varela en La Educación del Pueblo recomienda estos bancos bipersonales por razones higiénicas, pedagógicas y prácticas.