La parte inferior de los pupitres, comúnmente llamada «parrilla», «bandeja» o «cajonera», consiste en unas varillas o una superficie plana, donde ordinariamente se apoyan los libros y cuadernos cuando no se están utilizando, para tenerlos a mano.
En dichos asientos se llegaban a sentar diez, doce, dieciséis e incluso más alumnos que compartían la misma mesa.
Buscando la comodidad del niño, los bancos evolucionaron a principios del siglo XX hacia mesas con tres, dos o una plaza cada una de ellas.
Los pupitres modernos en comparación con los antiguos favorecen que el orden se observe en clase y el maestro pueda vigilar más de cerca a los escolares circulando por los pasillos que los separan.
Además, permiten que reciban la luz convenientemente, salgan y entren de sus puestos sin molestarse unos a otros y estén con más independencia entre sí.