Se consideraba la enfermedad como un fenómeno social que abarcaba todos los aspectos de la vida humana.
Hasta comienzos del siglo XIX el hacinamiento y la pobreza que afectaban a gran parte de la población provocaba epidemias agravadas por la desnutrición.
Frank publicó La miseria del pueblo, madre de enfermedades, obra que influyó en otros como Turner Thackrah, Arnold, Chadwick, Villermé y Virchow, que contribuyeron a crear el higienismo como parte de la medicina, para erradicar enfermedades como el cólera o la fiebre amarilla.
[4] En España la corriente cobró fuerza en la segunda mitad del siglo XIX, tras la muerte de Fernando VII, ayudada por los cambios sociales e impulsada por médicos como Rodríguez Méndez.
[4] En Buenos Aires, el Higienismo como movimiento emerge en la segunda mitad del S XIX introduciendo el concepto de salud pública como lo conocemos hoy en día.
Una cuestión fundamental para mejorar la salud de la población, fue propagar y difundir las que se empezaron a considerar las medidas higiénicas más indispensables para eliminar los focos de infección que generaban enfermedades con alcances epidémicos.