Mnemósine
[8] Para los órficos la misma diosa parece haber sido nombrada por su nombre hipocorístico, Mnemó, y se la menciona en laminillas órficas de oro, pues Mnemó es la garante del iniciado para recordar los misterios escatológicos propios del orfismo.[9] Alcmán dice que la Memoria tiene grandes ojos, pues a través de ella podemos evocar el pasado.Estas inscripciones podrían estar relacionadas con una religión mistérica secreta, o bien con la poesía de Orfeo.[11] Las almas de los muertos bebían del Lete para así no poder recordar sus vidas anteriores cuando se reencarnaban.Pausanias nos dice que aquellos que deseaban consultar al oráculo de Trofonio en Beocia[12] se les hacía beber alternativamente de dos fuentes llamadas «Lete» y «Mnemósine»[8] (o el Olvido y la Memoria, démones por naturaleza antagónicos).