Allamano quería ser misionero, pero por problemas de salud que le impedían ir a las misiones, se dedicó entonces a cumplir el sueño de muchos otros capacitados para ello.
[1] José Allamano funda el Instituto Misiones Consolata, compuesto por sacerdotes y laicos, en honor a la advocación de la basílica de la cual era rector en Turín.
[5] Estas dos ramas, más los laicos y voluntarios que ayudan en las misiones de los religiosos y religiosas, forman parte de la Familia Consolatina.
En 2011, la congregación contaba con unos 1017 misioneros, de los cuales 743 sacerdotes, y 234 comunidades.
[2], presentes en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Corea del Sur, Costa de Marfil, Yibuti, Ecuador, España, Estados Unidos, Etiopía, Guinea Bissau, Italia, Kenia, México, Mongolia, Mozambique, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Democrática del Congo, Sudáfrica, Taiwán, Tanzania, Uganda y Venezuela.