La Misión permaneció en Compostela hasta 1926, cuando desapareció la Escuela de Veterinaria.
En 1927 la Diputación de Pontevedra le ofreció un nuevo local a la Misión Biológica, que se traslada primero a Campolongo y más adelante al pazo que fue del arzobispo Malvar en Salcedo, donde permaneció hasta hoy.
Para adaptarlo a su nuevo uso, el edificio sufrió reformas que lo transformaron en oficinas y laboratorios.
Posteriormente se construyeron naves destinadas para la cría de cerdos, que más adelante fueron reconvertidas en laboratorios y oficinas.
Paralelamente se intenta profundizar en el conocimiento de aquellos procesos genéticos que intervienen en la adaptación y en la evolución, en la resistencia al estrés y en la calidad de las especies vegetales cultivadas.