Ministro de jornada

No existe ningún tipo de designación formal ni regla escrita que establezca qué ministro debe acompañar a los reyes, si bien, normalmente, se trata del ministro del ramo que tenga relación con el acto en cuestión.

Durante su regencia, la reina regente estableció su lugar de vacaciones en la ciudad de San Sebastián y, tras una interpretación del artículo 49 de la Constitución de 1876 que establecía que únicamente los ministros son responsables, y que «ningún mandato del rey puede llevarse a efecto si no está refrendado por un ministro», se decidió que un ministro estuviese siempre con la reina en su retiro.

[3]​[4]​[5]​ Esta tradición se mantuvo durante la Segunda República[6]​ pero, con motivo de la Guerra Civil y la posterior Segunda Guerra Mundial, esta costumbre se abandonó, si bien Francisco Franco, para mostrar que España había vuelto a la normalidad, recuperó dicha tradición en 1943, acompañándolo en sus retiros vacacionales, como era tradición, el ministro de Asuntos Exteriores.

Se mantuvo hasta 1976, cuando el entonces ministro Marcelino Oreja, decidió suprimirlo definitivamente.

[3]​ Si bien el ministro de Exteriores ya no acompaña a los monarcas en sus retiros vacacionales, la figura se mantiene para el resto de actos oficiales, tanto en España como en el exterior.

Ilustración satírica del ministro Andrés Mellado y su sobrino, durante su estancia en San Sebastián como ministro de jornada de Alfonso XIII