[2] El país es el principal productor a nivel mundial de cobre, renio, nitratos naturales, litio y yodo.
Extraían cobre en la zona en que actualmente se encuentra la mina de Chuquicamata y oro en el sector del volcán Incahuasi.
También trabajaron el bronce, aleación de cobre y estaño, ocupando hornos para realizar la fundición.
[cita requerida] Las principales ciudades que fueron fundadas en ese tiempo, como La Serena, Concepción, Imperial, Villarrica y Valdivia, se erigieron cercanas a terrenos auríferos.
En 1598 ocurrió la batalla de Curalaba, donde los españoles combatieron contra el pueblo mapuche a causa de su interés por este mineral, siendo derrotados teniendo que retirarse del territorio y perdiendo todos los lavadores al sur del río Biobío.
[16] Los españoles pobres y los mestizos son los primeros en sacar provecho de la legislación colonial referente a la minería, la cual permitía la explotación de yacimientos a cualquier persona que realizara inscripción y que mantuviera las faenas en operación.
[17] La explotación minera colonial se enfocó fundamentalmente en torno a los tres metales tradicionales: el oro, la plata y el cobre.
Los lavaderos fueron reemplazados por la extracción en minas, como las de Andacollo, Chucumata, Copiapó, Inca, Catemu y Petorca.
Esta preocupación siguió durante el siglo XIX, iniciándose un nuevo ciclo en la minería nacional.
La minería tuvo un notable auge en el país una vez concretada la Independencia en 1818, pues se terminaron las trabas que estaban impuestas al comercio colonial, abriéndose internacionalmente.
Permitió reducir el tiempo y costo del transporte, que anteriormente se efectuaba en mulas.
En 1841 el ya mencionado, Guillermo Wheelwright, hizo posible la extracción de 4.000 toneladas que luego serían transportadas al puerto del Callao.
Hacia 1854, la exportación de este mineral llegó a 22.000 toneladas, cifra que se triplicaría al terminar el siglo.
La dependencia económica que tenía el país en el salitre era total, hasta que el químico alemán Fritz Haber consiguió elaborar nitrato sintético industrial, desplazando paulatinamente el producto natural del mercado, provocando posteriormente la mayor crisis social y económica de la historia de Chile.
La industria se vio revolucionada por la utilidad del mineral en las conexiones eléctricas, telefónicas y en la electrónica en general, elevando su demanda mundial.
En un principio, el gobierno acompañó el auge de la gran minería del cobre con políticas orientadas a favorecer las inversiones y aumentar la producción.
El temor generado por la situación del salitre originó la necesidad de diversificar las exportaciones utilizando los excedentes que producía este mineral.
En 1915, la familia Guggenheim adquirió el más emblemático de los yacimientos mineros del país: Chuquicamata.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial transformó a Chile en un importante actor por la industria del cobre.
Con el comienzo de los años sesenta, la discusión política giró en torno a la posible especulación en el precio que estaban practicando las empresas norteamericanas, las cuales no estaban expandiendo la producción de acuerdo a las necesidades del país.
De esta manera el gobierno de Eduardo Frei Montalva iniciaría en 1964 el proceso denominado "Chilenización del cobre", asociando el Estado con las empresas, que eran mayoritariamente estadounidenses, tomando en sus manos la comercialización y haciendo grandes inversiones para expandir la producción.
Una década después se instalaron plantas de recuperación en El Salvador y Chuquicamata, lo que incrementó la producción 4.600 toneladas por año en 1966.
En 1977 se instaló otra planta en la división Andina, dejando al país como tercer mayor productor mundial, superando las 10.000 toneladas.
El carbón significó para la época una relevante fuente de trabajo para el Biobío, región que lideraba la producción nacional.
Posteriormente, en 1950 comenzó a operar la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) que adquirió el mineral El Algarrobo y luego El Tofo.
El molibdeno sigue siendo importante en la producción nacional, siendo el segundo mayor productor mundial con 59,32 miles de toneladas en aquel periodo.