Posee unas importantes, si bien cerradas, minas de cinabrio, mineral del que se extrae mercurio.Posteriormente aparece una zona más llana atravesada por numerosos arroyos (Navarredonda, Casa Blanca, Los Álamos, Tamujar, Gargantiel), tributarios del río Valdeazogues.Se han hallado monedas y otros objetos de cultura árabe en los antiguos trabajos mineros, como escribe, sobre esta población, los historiadores árabes Rasis e Ibu Fachi Allak Omari.La población permaneció bajo poder musulmán hasta 1151, en que Alfonso VII conquistó la comarca.En 1863 fue elegido como diputado independiente por Almadén Segismundo Moret, escaño al que pronto renunciaría.Quedan vestigios en la comarca como es el Palacio Moret, en el término municipal de Chillón.El mercurio se combinó con el azufre, en parte de origen profundo y en otra marino, formando el cinabrio (HgS).En cambio, las pizarras circundantes son estériles, por la impermeabilidad de las arcillas que dieron lugar a aquellas posteriormente.[13] La primera presentación fue en Sevilla en 2009, quedando a un solo punto, siendo nombrada en su lugar la Torre de Hércules (La Coruña).La candidatura se presentó con el nombre de «Patrimonio del Mercurio Idria y Almadén».[20] Para entender la existencia de la cárcel es necesario explicar la importancia que tuvo en su momento la extracción del cinabrio.A ello hay que sumar una cifra más o menos similar de esclavos, comprados por los administradores o enviados allí por sus dueños para su «corrección», que siempre había en la mina como mano de obra igualmente «no libre» para colaborar en unas tareas cuya peligrosidad retrajo a muchos potenciales obreros del trabajo en la mina; en todo caso los trabajadores libres eran más costosos para el establecimiento que los forzados y esclavos.En 1593 se envió al escritor Mateo Alemán como «juez visitador por especial comisión de su majestad» para inspeccionar las minas y elaborar un «informe secreto» sobre el trabajo forzado que en ellas se realizaba.A mediados del siglo XVI, se impuso a los Fúcares la obligación de costear una enfermería y una botica, así como la de contratar un médico y un barbero, ambos nombrados por el superintendente.Asistirán igualmente a las familias de las casas del superintendente, Contaduría Pagaduría.Pero llegado el momento, no se les daba la libertad, porque era condición que tuviesen domicilio ejercicio seguro, cosa muy rara después de haber pasado un tiempo en la esclavitud.Por último, en 1768 ya no fueron admitidos más gitanos que habían sido sentenciados por el corregidor de Trujillo a trabajar en las minas.Más adelante, en el último decenio del siglo XVIII, hubo una conmutación pero a la inversa.El superintendente Valdés propuesto en 1712, así lo aprobó la Junta de Azogues, dar libertad a algunos de los diez esclavos que se hallaban en las referidas circunstancias, y que a los restantes del grupo se les diera la ración hasta su muerte.Esta disposición se aplicó a partir de entonces con automatismo, hasta que con ocasión de ser liberado en 1728 el forzado José Arias, sentenciado a cadena perpetua, se mandó no conceder libertad en los casos semejantes, sin antes dar cuenta al rey.Tiene dos plantas a la calle y dos sótanos en su parte posterior debido al desnivel del terreno.Su máximo interés radica en la fachada y en la portada, con balcón superior, rematada por un escudo.Las epidemias y la falta de alojamientos, fueron motivo para que se construyeran veinticuatro viviendas en esta plaza hexagonal.Su construcción presenta en su entrada principal un amplio balcón con voladizo que corresponde al palco presidencial, sobre el cual, por la fachada interior, existe un esbelto frontón con guarniciones neoclásicas, siendo el graderío inferior de sólida obra de mampostería.Con esta disposición, pretendía la recuperación de la cabaña ganadera, diezmada por la sequía y las epidemias.Aun así, la plaza estaba siendo habitada por, al menos, 200 personas ya desde 1755, y ya en 1752 habían empezado a organizarse festejos taurinos, siendo esta plaza una de las pocas que los celebraba en España pese a existir una orden en contra.La sobria fachada se organiza en dos cuerpos, en la que destaca la portada en piedra rematada con una escultura del arcángel San Rafael, bajo cuya advocación está construido el edificio.La puerta de entrada está flanqueada por dos esbeltas pilastras y en su interior destacan las grandes salas abovedadas destinadas a los enfermos.La deforestación causada por la necesidad de usar la madera como combustible para la metalurgia del mercurio, es el único efecto medioambiental detectable (que está restringido a algunas zonas concretas), y este tampoco puede ser directamente atribuible a los efectos contaminantes del mercurio, ya que cualquier otro tipo de minería y metalurgia hubiese tenido consecuencias idénticas.[25][26] Fue esta misma línea la que utilizó Amadeo de Saboya para su exilio hacia Portugal.
Almadén en la segunda mitad del siglo
XIX
Mina de mercurio de Almadén, visitable desde 2006.