Milena Jesenská

Comenzó así una conciencia de izquierda que le marcaría toda su vida.

Sus reportajes, artículos y reflexiones allí publicados son una muestra de una mirada original y del espíritu feminista que están entre las mejores páginas del periodismo checoslovaco de preguerra.

En la segunda mitad de los años 20 salieron publicados los únicos libros que escribió en vida.

Las Recetas de Milena (Milenovy recepty), El Camino a la Simplicidad Cesta k jednoduchosti’) y ‘El Monje hace el Hábito’ (Člověk dělá šaty).

[2]​ Ya divorciada de Pollack, vivió en Praga, donde se casó con el arquitecto checo Jaromír Krejcar y en 1928 nació su hija Jana.

Por un lado, se había hecho adicta a la morfina, divorciado de su marido y su éxito profesional era cada vez mayor.

Apoyó a los refugiados alemanes que llegaban huyendo del régimen nazi.

[2]​ Como provocación andaba por la calle con una estrella amarilla prendida en la ropa, aunque no era de origen judío.