Miguel de Salvá y de Vallgornera
Ejerció diversos cargos al servicio de la Corona, como consejero y diplomático.Se le recuerda por su participación en la delimitación de la frontera entre España y Francia que se firmó en el Tratado de los Pirineos (1659), y por ser el negociador español en la firma del Tratado de Llivia (1660).Sin embargo, a diferencia de su padre, él no era jurista y tuvo que conformarse con los cargos que no exigían tal condición.En 1660 negoció, en Llivia, con Giacinto Serroni, obispo de Orange y delegado francés, y con él firmó los acuerdos finales conocidos como Tratado de Llivia.Durante estas negociaciones, consiguió mantener el municipio de Llivia para España, con el argumento de que no era un pueblo, sino una villa.