En 1994 fue el primer subprocurador especial para la investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio.
En dicha sesión ocurrió la primera interpelación de un legislador opositor, —el senador Porfirio Muñoz Ledo— que a gritos interrumpió al presidente, reclamándole el fraude electoral.
Solicitó licencia y pasó a ocupar la presidencia del PRI en Guanajuato, aspirando a la candidatura a gobernador en 1991; al recaer dicha candidatura en Ramón Aguirre Velázquez, dejó la dirigencia del PRI y fue nombrado procurador general de Justicia del Distrito Federal.
[2] Trascendió que su designación habría sido pedida o al menos apoyada, por la viuda del candidato, Diana Laura Riojas, quien habría rechazado la primera opción para el cargo, Santiago Oñate Laborde.
Al inicio de su gestión apoya la teoría de la "acción concertada" en contra del candidato, para finalmente declarar que Mario Aburto Martínez sería el único autor tanto material como intelectual del magnicidio.