Trabajó para el mercado exterior durante los años sesenta y setenta,[2] no volviendo al medio hasta principios del nuevo siglo.
Hijo de padres aragoneses,[3] Miguel Fuster comenzó su trayectoria profesional con dieciséis años, al entrar como aprendiz en Editorial Bruguera.
Poco después ingresó en la plantilla de la agencia Selecciones Ilustradas, donde se especializó en cómic romántico.
En 1987 el incendio fortuito de su casa y el alcoholismo le empujaron a vivir en la calle.
[7] La novela gráfica completa sería publicada al año siguiente con el título de Miguel, 15 años en la calle.