Pasó a Lima, donde culminó sus estudios secundarios en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe (1869-1870).
De retorno en Lima, al iniciarse el segundo gobierno constitucional del general Mariano Ignacio Prado, pasó a ser secretario del ministro de Hacienda, José Araníbar (1876-1877).
Allí lo encontró Nicolás de Piérola, quien sin ninguna consideración lo hizo apresar y lo sometió a un Consejo de Guerra, pero fue hábilmente defendido por Manuel María del Valle.
Este, con gran entereza, insistió ante Gorostiaga en su rango de coronel dentro de un ejército regular señalando que debía ser fusilado en la plaza del pueblo y con todos los honores de la guerra, se negó a ser vendado y murió dando un estentóreo viva al Perú.
El capitán chileno Alejandro Binimelis narra como fue muerto el coronel Luna en compañía de otro oficial prisionero:[1] Refiriéndose a este episodio, Cáceres, en sus Memorias, dijo muchos años después: