Miguel Ángel Virasoro (filósofo)

La preocupación por el pensamiento latinoamericano se manifestó permanentemente ya desde sus primeros escritos aparecidos en la revista Inicial, algunos de ellos compilados más tarde en su primer libro (1928).

Como crítico trató siempre de revelar los aspectos más positivos y alentar el trabajo creador; así lo confirman sus corresponsales.

El método inspirado en ese concepto, permite captar lo diferente sin que este se disuelva en la identidad de los contrarios o termine anulado en una fase superior.

Adhiere a la “analítica existencial” heideggeriana, a la que reconoce el mérito de entender la libertad como raíz de la existencia y la angustia como estado originario, pero le reprocha la dicotomía no dialectizada entre “existencia auténtica” e “inauténtica”.

Finalmente vincula  analítica y dialéctica existencial en un  planteo donde se hallan sus desarrollos más originales.

En ocasión del 30esimo aniversario de la Revista Sur Virasoro es invitado a escribir el artículo sobre Filosofía argentina durante esos años.

Quizás juega en esta polémica el divario peronismo-antiperonismo que reinaba en ese momento en la cultura argentina.

Por un lado pensadores como Astrada y Virasoro quienes sin ser militantes reconocían al peronismo su rol histórico por haber dado protagonismo a la clase trabajadores.

Francisco Romero y Adolfo Carpio celebran la "normalización de la filosofía" ,[2]​ algo semejante a lo que Foucault entiende por ‘’institucionalización’’ donde los 'diletantes' no tienen lugar y pretenden una claridad lineal en el discurso que expulsa a los poetas de la filosofía.

[3]​[4]​ (Para una discusión actualizada sobre Macedonio Fernández como filósofo y esta polémica ver artículo de Marisa Muñoz en Bibliografía sobre Virasoro).