Miguel Ángel de Muguiro

Ocultaban que el decreto había expirado en 1931, pero en Madrid no lo recordaban y los nazis lo ignoraban.

El problema es que en Hungría, sefardíes de verdad había muy pocos, no daban ni para llenar un tren.

Sin embargo, Muguiro continuó sus esfuerzos e informó en Madrid del negro futuro que esperaba a la comunidad judía.

Consiguió visado para todos y los despachó a Tánger, que en aquellos días era una especie de colonia española.

[5]​ Posteriormente, en el 2007, fueron homenajeados otra vez en una exposición titulada Visados para la libertad organizada por la Casa Sefarad en Madrid.