Micropaleontología

Su separación como una especialización de la Paleontología obedece a razones de índole técnica, práctica y aplicada, ya que los principios científicos son los mismos.

La mayor parte de los microfósiles pertenecieron a organismos unicelulares procariotas (bacterias, cianobacterias) y a grupos integrados en Protista, tanto los más primitivos: flagelados, como por ejemplo: rizópodos, actinópodos y ciliados.

Sin embargo, algunos grupos cuyo estudio se asigna normalmente a la Micropaleontología pueden alcanzar dimensiones tales que su presencia en las rocas puede determinarse a simple vista y es posible lograr una identificación preliminar con una lupa de mano (por ejemplo, macroforaminíferos bentónicos como Nummulites, Operculina, Discocyclina, etc; algunos Cycloclypeus actuales pueden alcanzar diámetros de hasta 10 cm).

Además, los microfósiles de bacterias, que suelen tener un tamaño inferior a 2 μm, se les ha llamado picofósiles.

Algunos microfósiles son muy utilizados en geología económica ya que brindan valiosa información durante la realización de prospecciones de recursos naturales como petróleo, gas, carbón, etc. Debido a su abundancia y pequeño tamaño solo basta poca cantidad de muestra para su estudio en perforaciones.

Existen rocas formadas casi exclusivamente por microfósiles, como las diatomitas (diatomeas), las radiolaritas (radiolarios) que constituyen importantes fuentes de sílice o la creta (cocolitofóridos y foraminíferos) fuente de carbonatos.

Paleobotany: the biology and evolution of fossil plants.

Secciones de Nummulites en una muestra de roca pulida
Cocolitofórido al microscopio electrónico
Ejemplar fósil de grano de polen al microscopio electrónico ( Aquilapollenites attenuatus , del Cretácico superior de los Estados Unidos )