Los acritarcos, cuyo nombre significa de incierto origen, son pequeñas estructuras orgánicas encontradas como fósiles.
Son un grupo artificial, pues cualquier pequeña estructura orgánica (ni carbonatada ni silícea) no soluble en ácido, que no pueda ser clasificada de otra manera es un acritarco.
Algunos se pueden identificar tentativamente por la presencia de los productos químicos específicos asociados a los fósiles.
La naturaleza de los organismos asociados a los acritarcos más antiguos es dudosa, aunque muchos probablemente estén relacionados con algas marinas unicelulares.
Sus poblaciones declinaron durante los períodos de extensas glaciaciones que cubrían la mayoría del planeta, mientras que proliferaron durante la explosión cámbrica y alcanzaron su mayor diversidad en el Paleozoico.
Los acritarcos muestran su diversidad más grande durante el Cámbrico, Ordovícico, Silúrico y Devónico.