Se suele combinar la salida de varios microinversores, para alimentar a la red eléctrica.
Los microinversores contrastan con los inversores de cadena convencional o dispositivos de inversión central, que están conectados a múltiples paneles solares, debiéndose cambiar el inversor cuando se añade uno más paneles solares nuevos a la instalación inicial.
Los microinversores tienen varias ventajas sobre los inversores centrales convencionales.
Cada microinversor recoge la cantidad de energía óptima mediante la realización del seguimiento del punto de máxima potencia[1] para su panel conectado.
Esto reduce el coste del equipo y convierte a los sistemas fotovoltaicos basados en micro-inversores comparables en coste con el uso de los inversores de cadenas.