Michele Perrone

[1]​ Michele, por su parte, más capacitado para las pequeñas figuras, habría jugado un papel central en el desarrollo del pesebre napolitano, si bien la ausencia de obras documentadas y conservadas hace difícil valorarlo.

[3]​ En 1687 compró dos esclavos por 240 ducados, a pagar con doce esculturas de «bambini [...] sei de passione et sei de gloria, con loro pedagne indorate», como los que tenía Anna D’Angelo en su casa.

El contrato establecía que debían ser esculpidos por Michele de su propia mano, pero que si los dos esclavos fuesen cristianos podría devolverlos recuperando las estatuillas o el dinero.

[4]​ Discípulos fueron los hermanos Gaetano y Pietro Patalani y Antonio Mottola, este último discípulo de Aniello como también Nicolás Salzillo, padre de Francisco Salzillo.

[6]​ Pero no es en las grandes esculturas, en las que no habría pasado de ser un artista mediocre, sino en las pequeñas figuras de pastores para los belenes o pesebres, muchas de ellas enviadas a España, en lo que habría destacado especialmente, habiendo realizado muchos: