Los datos atmosféricos de los elementos del clima a escala diaria, mensual o anual se registran, archivan y analizan en los observatorios meteorológicos y sirven de base para establecer los pronósticos del tiempo a corto plazo (horas o pocos días) y el estudio estadístico de los tipos climáticos a largo plazo.
Como podemos ver en esta cita aparecida en un texto de la NASA, la meteorología y la climatología operan en distintas escalas temporales.
Pero, como esa escala temporal sucede en un cuerpo en movimiento como es la Tierra y además, el movimiento de dicho cuerpo se emplea como medida cronológica del tiempo, veremos que dicha medida del tiempo se corresponde también con modificaciones temporales en el espacio: la dinámica fluvial, la dinámica atmosférica, la erosión, la sedimentación, los movimientos en masa y otros muchos fenómenos son procesos que tienen escalas temporales y espaciales que marchan a la par, pero con procesos distintos en cuanto a extensión, duración e intensidad y otras características.
Los principales de estos elementos son cinco: temperatura, presión, viento, humedad y precipitación.
La latitud es un parámetro que tiene una influencia muy importante sobre la climatología y, especialmente sobre la meteorología de un lugar.