Tiempo y clima

Los datos atmosféricos de los elementos del clima a escala diaria, mensual o anual se registran, archivan y analizan en los observatorios meteorológicos y sirven de base para establecer los pronósticos del tiempo a corto plazo (horas o pocos días) y el estudio estadístico de los tipos climáticos a largo plazo.

Como podemos ver en esta cita aparecida en un texto de la NASA, la meteorología y la climatología operan en distintas escalas temporales.

Pero, como esa escala temporal sucede en un cuerpo en movimiento como es la Tierra y además, el movimiento de dicho cuerpo se emplea como medida cronológica del tiempo, veremos que dicha medida del tiempo se corresponde también con modificaciones temporales en el espacio: la dinámica fluvial, la dinámica atmosférica, la erosión, la sedimentación, los movimientos en masa y otros muchos fenómenos son procesos que tienen escalas temporales y espaciales que marchan a la par, pero con procesos distintos en cuanto a extensión, duración e intensidad y otras características.

Los principales de estos elementos son cinco: temperatura, presión, viento, humedad y precipitación.

La latitud es un parámetro que tiene una influencia muy importante sobre la climatología y, especialmente sobre la meteorología de un lugar.

Barómetro aneroide , un instrumento para medir la presión atmosférica. Podemos observar que la mayor presión marcada por el barómetro coincide con el término inglés fair (buen tiempo, anticiclónico, sin nubes o tiempo estable, es decir, sin cambios) mientras que la disminución de la presión indica cambios meteorológicos, tiempo ciclónico o variable (change), con vientos más o menos fuertes y, muchas veces, lluvias (rain) cuya intensidad será mayor cuando menor presión atmosférica indique. Todos estos cambios pueden producirse en cuestión de minutos, horas o, cuanto más, en un par de días. La mayor o menor duración de los cambios se relaciona con la rapidez o lentitud de las variaciones barométricas: a mayor rapidez, los cambios se producen más rápidos y a menor rapidez, serán más lentos. Por regla general, el mal tiempo (vientos y/o lluvia) se produce más bruscamente y la situación anticiclónica de buen tiempo (cielos despejados y ambiente seco sin vientos) tarda más tiempo en desarrollarse.
El clima de la ciudad de Buenos Aires (Argentina) representado con los promedios de los datos de lluvias y temperatura obtenidos a lo largo de un largo número de años (los promedios de temperatura están indicados en una línea verde) mientras que los montos pluviométricos mensuales ya son un promedio en sí mismos.
Comparación de las temperaturas promedio de una semana en Norteamérica y Groenlandia, del 3 al 10 de diciembre de 2003, con las mismas fechas en el año 2010. Fuente: NASA
Rutas de los ciclones tropicales entre los años de 1985 y 2005 (20 años).