El encinar, además, va creciendo lentamente en extensión, tragándose literálmente antiguas piezas y pastizales debido a que ya no se trabajan, y a la ausencia de ganado que paste o ramonée.
El cultivo de cereales (trigo, cebada, avena) predomina sobre forrajes, patatas, legumbres, y hortalizas.
También en esa misma década se comenzaron a plantar en distintas fincas, árboles (encinas 25%, robles 25%, y avellanos 50%) inoculados con el hongo de la trufa, existente de forma natural en el encinar del pueblo, de los que no hace mucho se ha comenzado a extraer producción.
Es precisamente a este cultivo, la trufa, al que se ha erigido un museo o centro de interpretación de la trufa junto al Ayuntamiento del distrito, que es un gran atractivo turístico para la zona.
La ermita de Santa Bárbara, en la loma situada entre la localidad y Valdelana que fue arreglada en 1947.