Es una máquina dedicada, más pequeñas que las grandes mesas mezcladoras de realización, dotada de muchas menos conexiones que aquellas y orientadas principalmente a manejar material ya grabado.
Con todos esos recursos juntos se podían editar documentales, anuncios, series de televisión y demás productos destinados a la televisión de una forma mucho más rápida y precisa.
Por todo ello dominaron la edición lineal de vídeo durante unos veinte años.
Comenzó a perder su posición central en las salas de edición hacia 1989, cuando los avances en la informática y en los algoritmos de compresión permitieron sustituir todo el equipamiento analógico por computadoras.
Paulatinamente todo lo analógico fue quedaron relegados a contadas misiones, más aún tras la entrada de la televisión digital y lo deseable de unir la norma del cine con la de la televisión, pese a ser algo considerado improbable por autores como Jorge Carrasco (2010, p. 70).