Meroka

En 1957 era público el desarrollo del cañón Vulcan en EEUU y se decidió retomar el proyecto, pero esta vez como sistema antiaéreo.

En 1972 se propuso adoptar el Meroka para su uso como arma antiaérea en los Ejércitos de Tierra, Aire y Mar.

El Ejército del Aire declinó la propuesta, pero el de Marina se interesó por el sistema.

Se diseñó también una versión terrestre, aunque no llegó a entrar en producción.

El objetivo primario del sistema es la defensa contra misiles antibuque y otras armas de guiado preciso.

En total se adquirieron 21 sistemas MeRoKa durante los años 80 y principios de los 90.

Era la misma pieza que el montaje naval pero sin dirección de tiro ni radar.

Se construyeron algunos prototipos pero el sistema resultó demasiado pesado y voluminoso para su despliegue en tierra.

La opción de montarlo en un vehículo blindado nunca cuajó, aunque hubo diseños que jugaron con la idea.

Portaaviones Príncipe de Asturias (R-11) en 2004. Puede verse a cada costado una de las cuatro torretas MEROKA que lleva montadas.