El medio de intercambio es el dinero, pero es común que se den algunas transacciones no monetarias o trueques, principalmente entre los mismos productores campesinos, quienes cambian directamente unos productos por otros.
Durante la etapa colonial y republicana, este tipo de mercados imitaban a los que desarrollaron durante siglos los pobladores nativos, y se realizaban generalmente en las plazas o parques principales, siendo el canal de abastecimiento de alimentos más importante para los pobladores urbanos.
Algunos mercados combinan tradiciones campesinas e indígenas, como los tianguis en México, los tambos en Bolivia y las mingalerías en Colombia.
La recuperación de los mercados campesinos es una estrategia promisoria para lograr un sistema agroalimentario global más equitativo y sostenible.
La iniciativa denominada Mercados Campesinos surgió en Colombia, en el año 2004 como una propuesta político-económica de varias organizaciones campesinas que producen alimentos en una gran zona denominada Región Central[1] que rodea la capital del país, y que se extiende en cuatro departamentos ubicados en la Cordillera Oriental, ramal de la gran Cordillera de los Andes.
Estos Mercados Campesinos son una versión colombiana de los denominados mercado de productores o farmers' markets Los Mercados Campesinos consisten esencialmente en que los campesinos en Colombia van a diferentes parques de la ciudad capital a vender ellos mismos sus productos agropecuarios.
[2] De esta forma los Mercados Campesinos benefician a los consumidores urbanos, pues sus mercancías alimentarias y artesanales logran precios entre 15 y el 30 por ciento más económicos que en los grandes almacenes de cadena.
En: Vocabulario de la sociedad civil, la ruralidad y los movimientos sociales en América Latina.