[2] En 2007 el Ayuntamiento convocó a un concurso para remodelarlo, donde el proyecto seleccionado fue el del taller de arquitectura Ravetllat Ribas Arquitectes.
En un periodo comprendido por 32 años la población había incrementado más del doble y la necesidad de espacios para habitar llevó a la edificación vertical con una trama cada vez más cerrada que limitaba el asoleamiento y la ventilación adecuada.
El ganador fue el trabajo del médico e higienista Pere Felip Monlau y tiene por título una idea que predominaba en el pensar de la época, incluso entre los conservadores: Abajo las murallas!!!
El diseño estructural y la construcción fueron llevados a cabo precisamente por una empresa barcelonesa especializada en el ámbito, la Maquinista Terrestre i Marítima.
[7] El edificio está constituido por cuatro cuerpos longitudinales de cubiertas a dos aguas que se encuentran dispuestos en torno a un espacio central de mayor altura cubierto por un cimborrio octogonal con linterna.
Mientras el revestimiento exterior del cerramiento de cerámica vidriada remite a la decoración catalana tradicional.
[9] En la intervención vista desde la sección, la prioridad que fue la conservación íntegra la parte aérea del edificio y de los tres sótanos.
Ahora que se han incorporado al espacio público de la ciudad y permiten que el edificio tenga mayor visibilidad desde la calle y los ingresos son más accesibles.
[10] Una parte del baluarte y de la contraescarpa se integraron al mercado para ser exhibidas y se acompañan de paneles informativos que describen brevemente los hechos históricos que dan valor al emplazamiento del mercado.
Con lo que se otorga mantenimiento del volumen, las fachadas originales y del espacio interior; asimismo, plantea la recuperación de la tipología y forma original retirando los elementos agregados.