La respuesta de Francisco Gabrielli, histórico dirigente del Partido Demócrata (conservador), fue prohibir las manifestaciones en la provincia.
En Mendoza la huelga general obró como catalizador de todos los conflictos sociales que se venían acumulando en la provincia.
Al día siguiente (5 de abril) la CGT local decretó la huelga general que tuvo acatamiento masivo, pese a que debido a la censura no fue difundida por los medios de comunicación masivos.
Una multitud se movilizó para hacerse presente en el entierro de Ramón Quiroga y los enfrentamientos se extendieron a los departamentos de Guaymallén y Las Heras, que fue declarada por los insurrectos "zona liberada.
Diversas organizaciones civiles se pronunciaron acerca de la represión que tuvo lugar en la ciudad.