Memorial de los Mártires de la Deportación

Se ingresa al monumento bajando una escalera relativamente estrecha y empinada con escalones irregulares.

El patio triangular se abre hacia el río por una tronera horizontal obstruida por una reja de barras angulares.

El visitante está casi al nivel del Sena y las únicas vistas al exterior son a través de la tronera hacia el agua del río o verticalmente hacia el cielo por donde pasan las nubes.

Desde el patio, esto contribuye a crear una sensación extraña en la que el visitante está como fuera del mundo, el cual sigue su curso inexorable.

Desde el patio triangular, una cripta con pasillos estrechos y poco iluminados se despliega hacia el interior del monumento.