[2] Asimismo, según la Generalidad de Cataluña, estas iniciativas abordan el concepto de Memoria Democrática como el rescate de los símbolos que representan los sufrimientos y las luchas del pueblo contra un régimen represivo en los ámbitos político, social y cultural.
[3] Esta definición hace mucho más claro lo que representa el concepto de Memoria Democrática más allá de acciones y propuestas de leyes: un patrimonio cultural intangible compuesto por historias, memorias, experiencias identificadas y pruebas de la voluntad de continuar con ímpetu disidente inspirado por valores democráticos.
[4] Para esto se realizaron diferentes acciones como el proyecto Todos (...) los nombres, el cual permite a los familiares buscar, consultar y acceder a información relacionada con todas las víctimas y biografías; el proyecto Generaciones de plata, el cual busca dar a conocer a las personas aquellos científicos que fueron perseguidos por el régimen franquista además de crear materiales pedagógicos para la divulgación de esta información en contextos formales de educación, con el fin de garantizar una memoria democrática plena en el territorio.
[4] Otra acción desarrollada por la Junta Andaluza fue el desarrollo de la Ley de Memoria Democrática para Andalucía, la cual fue aprobada por el Consejo de Gobierno en octubre del 2015 y articula los siguientes puntos dentro de su reglamentación:[5] Al igual que en las otras comunidades autónomas, el periodo de tiempo que comprende la guerra civil española y la dictadura Franquista fue para la comunidad catalana una época de represiones y persecuciones violentas.
La búsqueda de libertad y autonomía en esta región fueron características bastante notables en estos tiempos.