La melaza de granada es un líquido viscoso usado como aliño en ciertas gastronomías de Oriente Medio, África y el Mediterráneo para aportar un sabor dulce y ligeramente ácido a los platos.
[1] Se prepara a base de reducir el jugo extraído de la granada agria (Punica granatum), evaporándose el líquido hasta que espese y se concentre en un jarabe.
[2] Asimismo, suele agregarse azúcar, aunque es posible preparar la melaza con los azúcares de la propia fruta.
En persa se conoce como رب انار (rob e ænar), en árabe دبس الرمّان (dibs rummán), en turco nar ekşisi, y en azerí narşərab (narsharab).
[3] Una vez extraído el jugo, se cuece a fuego lento junto con azúcar blanca fina o en polvo (opcional; proporción aproximada 4:1).