Solanum melongena

Su cultivo es antiquísimo, desde antes del 2000 a. C. y existen innumerables documentos escritos donde sitúan su origen en el sudeste asiático.[1]​ Llevada por comerciantes árabes pasó al norte de África y más tarde, en la Edad Media, entró a Europa por la España musulmana, desde donde se extendió su cultivo por los países cálidos del Mediterráneo.[1]​ Es muy posible que por desconocimiento de cómo tratar culinariamente a la berenjena o por utilizar especies no comestibles causó problemas digestivos, creándose una mala fama.El famoso botánico sueco Carlos Linneo le puso su actual nombre científico Solanum melongena.La primera documentación sobre la berenjena en lengua castellana se encuentra en el libro llamado Cancionero de Baena (del siglo XV) donde cita sus usos y virtudes.Ovario estrellado-pubescente con estilo cilíndrico, ensanchado en el ápice, estrellado- pubescente en 3/4 inferiores, exerto y estigma comprimido, deprimido en el centro.Se encuentra todo el año al ser cultivado en época de bajas temperatura en invernadero.En la piel del fruto se han identificado antocianinas (flavonoides), pigmentos que le confieren el color morado.[3]​ Su conservación debe ser en un lugar refrigerado hasta su consumo y debe consumirse lo más pronto posible (resiste poco más de diez días), ya que el fruto pronto desarrolla manchas pardas y empieza a amargar.En España, los andaluces y manchegos tienen la alboronía, los catalanes tienen la samfaina, la escalivada o el espencat donde la berenjena se acompaña del pimiento, los italianos tienen la caponata, la parmigiana (uno de los platos más famoso con la musaca griega), gli scapici (conserva en aceite típica del sur de Italia), los griegos tienen la musaca, los turcos tienen el İmam bayıldı y los árabes el baba ganush.Si se va a preparar al vapor es recomendable hacer un dégorger [2] que consiste en cortarla en rodajas y provocar un fenómeno de ósmosis añadiendo sal.El fruto contiene asimismo estatinas que se emplean para el tratamiento de las dislipemias (problemas con las grasas) como la hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y otras.La pasta del fruto machacado se utiliza como bálsamo aplicado a la piel quemada por el sol.Aunque menos común, estos investigadores sugieren que algunos compuestos no proteicos en las berenjenas pueden causar reacciones alérgicas.Soporta bien las temperaturas elevadas siempre que haya una humedad adecuada y es muy sensible al frío.[7]​ El ciclo de la berenjena suele durar de nueve a diez meses; desde que se planta hasta que se inicia la recolección suele transcurrir 100 a 125 días, según variedades y época del cultivo.Solanum: nombre genérico derivado de un vocablo del latín equivalente al griego στρνχνος (strychnos) para designar el Solanum nigrum (la "Hierba mora") —y probablemente otras especies del género, incluida la berenjena[17]​—, ya empleado por Plinio el Viejo en su Historia naturalis (21, 177 y 27, 132) y, antes, por Aulo Cornelio Celso en De Re Medica (II, 33).
Plantel joven
Flor con corola de 7 lóbulos
Fruto in situ (var. «Jaspeada de Gandía») - cáliz espinoso acrescente.
Variabilidad de la planta, o por qué se llama eggplant (planta-huevo) en inglés.
Berenjena rellena horneada
Una berenjena partida a la mitad. La pulpa tiende a oxidarse en pocos minutos en contacto con el aire cambiando de color, tornándose más morena.
Fruto comestible
Fruto comestible