Meijer de Haan

Entre 1867 y 1872 se formó con P. F. Greive, un pintor experto en escenas de pesca.

A partir de este rechazo y gracias al sostén económico familiar pudo dedicarse por entero a la pintura, decisión poco habitual entre los judíos de la época, cuya integración social en los Países Bajos era limitada.

Trabajó en el negocio familiar asegurándose ingresos propios, sin abandonar la pintura.

Tuvo varios discípulos como Joseph Jacob Isaacson, Louis Hartz y Baruch Lopes de Leao Laguna.

Al poco tiempo, Gauguin regresó a la región y se le unió.

En junio de 1889 regresó a París donde, gracias a la exposición simbolista y sintetista del Café Volpini, pudo familiarizarse con las obras de Gauguin, Émile Bernard, Émile Schuffenecker, entre otros.

Otros artistas también se acercaron a la posada, entre ellos Paul Sérusier, Charles Filiger, Maxime Maufra, Jan Verkadeen, Paul-Emile Colin y el escritor André Gide quien dejó testimonio de este período.

[...] Gauguin cogía su guitarra, Filiger su mandolina, y nos íbamos a instalar en la arena, en la punta de una roca».

Gauguin creyó que cortaría los lazos familiares y lo acompañaría fuera de Francia.

Pero Meijer de Haan abandonó Le Pouldu dejando todas sus pertenencias.

El comedor ha sido restaurado y conserva su apariencia original, incluyendo reproducciones de los murales en las paredes en que fueron pintados.

Su principal alumno, el judío sefardí portugués Baruch Lopes Leão de Laguna, fue asesinado en Auschwitz en la misma época.

Su estilo posimpresionista de Le Pouldu : Maternidad: Marie Henry amamantando a su hija Marie-Léa (1890).