Maxime Maufra describió así a Charles Filiger: Une figure de gros poupon rouge, aux yeux malicieux et rieurs.
Courtaud, ventru, monté sur de petites jambes qu'il remuait d'une étrange manière, tel est au physique cet artiste original.
En ese momento, el propio Filiger escribió un artículo sobre sí mismo, en la revista que en la oportunidad creó: Le Cœur.
Es así como vivió unos años de espaldas al mundo y a la gente, por lo que su mecenas terminó por retirarle su apoyo.
En 1905, Filiger fue hospitalizado en Malestroit, y con posterioridad pasó cuatro años en un pequeño albergue de Gouarec.
A partir de 1911, se radicó en Arzano, rompiendo definitivamente todo contacto con sus amigos artistas y su familia.
Su trabajo es como un fuego místico, y buscando la espiritualidad, como reaccionando a todo tipo de materialismo.