Megan Twohey

Ha escrito reportajes de investigación para Reuters, el Chicago Tribune y el Milwaukee Journal Sentinel.

[4]​[5]​ Tal trabajo periodístico fue elogiado en 2018, cuando el The New York Times recibió el Premio Pulitzer por Servicio Público 2018.

Twohey y Kantor escribieron después un libro narrando su investigación sobre Weinstein, titulado She Said (lit., Ella dijo).

[14]​[15]​ En el 2013, Twohey publicó un reportaje investigativo en Reuters en el que se detallaba cómo algunas personas en los Estados Unidos usaban Internet para encontrar lugares en donde abandonar a sus hijos adoptivos.

[16]​ Varios segmentos de esta historia fueron transmitidos en noticieros televisivos como Nightly News o el Today Show en la cadena NBC.

[20]​ Trump amenazó con demandar al The New York Times si los artículos no eran retirados.

[24]​ Un artículo de seguimiento escrito con la reportera Ellen Gabler añadió más acusaciones y expandió la línea temporal del caso Weinstein.

Press Club, así como la Medalla McGill al Valor Periodístico del Grady College of Journalism.

[32]​ En 2022, el libro fue adaptado a una película homónima, dirigida por Maria Schrader con base en un guion de Rebecca Lenkiewicz.

[36]​ La Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero publicó una declaración en respuesta al artículo calificándo como «desinformación sobre la ciencia detrás del cuidado de jóvenes trans»,[37]​ y el sitio web Science-Based Medicine publicó una nota sobre el artículo, afirmando que «el reportaje ignoró evidencia y un contexto importante para tejer una narrativa en la que se retrata a los bloqueadores [farmacológicos] de pubertad como mucho más riesgosos de lo que realmente son».

[39]​ Por su parte, la revista Slate describió al artículo como «promotor de miedos» y señaló que «no parece confiar en la opinión del consenso médico»,[40]​ en tanto que Fox News citó muchas voces de personas trans que se refirieron al artículo como uno de «pánico moral» y «propaganda antitrans».

[41]​Teen Vogue criticó duramente a las autoras del artículo, señalando que «no logran investigar de manera significativa la razón más convincente por la cual los proveedores médicos tienen en consideración a los bloqueadores de pubertad en jóvenes trans y de género diverso: tales medicamentos salvan vidas» y afirmando que el artículo mismo «podría marginar aún más a una población que ya es médicamente vulnerable y políticamente asediada».