Constaba de un tallo largo dividido en 6 partes, y una barra elevada que proyectaba una sombra sobre las marcas.
En su interior había inscripciones que medían el paso de cada doce horas, e incluso los intervalos, cuando el nivel del agua los alcanzaba.
[5] Usando unas plomadas llamadas merjets, los egipcios podían determinar la hora durante la noche, siempre que las estrellas fueran visibles.
[1][2] Observando cómo unas determinadas estrellas cruzaban la línea creada con los merkhets, se podía calcular con precisión la hora.
Los egipcios definían el año como el tiempo necesario para la cosecha y el jeroglífico que lo representa es un oven con una espiga (renpet).