Aunque el diseño era conceptualmente muy avanzado, se vio acosado por numerosos problemas y nunca alcanzó el rendimiento esperado.
El proyecto fue cancelado después de que el único prototipo construido fuera destruido por un incendio en un motor.
El fabricante de piezas aeronáuticas McDonnell Aircraft, ansioso por empezar a fabricar sus propios aviones, respondió a la propuesta con unos diseños y especificaciones del propuesto Model I, que sería propulsado por una inusual transmisión, con un solo motor Allison V-3420 dentro del fuselaje, impulsando dos hélices propulsoras montadas en las alas.
Sin embargo, otros veintidós fabricantes también presentaron sus propuestas a la solicitud del Ejército; la proposición de McDonnell tenía unas prestaciones previstas relativamente poco impresionantes, y su novedosa transmisión no se había probado nunca antes.
El diseño radical del XP-67 requeriría unas amplias pruebas en el túnel de viento para afinar los numerosos aspectos avanzados.
El vuelo, sin embargo, terminó seis minutos después debido a dificultades con los motores experimentales.
Tras varias modificaciones en las instalaciones del motor, se llevaron a cabo dos vuelos de prueba.
En el cuarto vuelo, los cojinetes del motor se incendiaron debido a un accidental exceso de revoluciones.
[7] El prototipo también mostraba comportamientos perturbadores cuando se acercaba a la velocidad de entrada en pérdida.
Este comportamiento en pérdida irregular e inestable ha sido atribuido a los principios aerodinámicos avanzados que no fueron totalmente contrarrestados hasta la llegada de los controles electrónicos de estabilidad años después.
E. Elliot ejecutó un aterrizaje de emergencia en Lambert Field en San Luis, Misuri.
Elliot escapó ileso, pero el fuego destruyó el fuselaje, el motor, la góndola y el ala de estribor; el avión resultó una pérdida total.