Es conocido en el ámbito académico por sus contribuciones en el estudio y tratamiento de la enfermedad chagásica, arritmias cardíacas y electrofisiología cardíaca.
Instalado en Buenos Aires, comenzó a destacarse como cardiólogo en el Pabellón Inchauspe de Cardiología del Hospital Ramos Mejía, bajo la jefatura del profesor Blas Moia.
Su artículo Miocardiopatia chagasica (Progress in Cardiovascular Diseases, 1964) fue el más importante de ellos y sigue siendo referente de las publicaciones actuales relacionadas con el tema.
La comunidad científica a nivel internacional aceptó rápidamente la importancia del trabajo realizado por Rosenbaum.
Asimismo, basados en los artículos escritos por Rosenbaum aplicando las teorías de Singh, algunos médicos en los Estados Unidos empezaron a prescribir amiodarona a sus pacientes con arritmias que potencialmente requerían tratamiento continuo, a finales de la década de 1970.