Matilda Joslyn Gage

Aunque había nacido en Cicero, Illinois, Gage pasó la mayor parte de su vida en Fayetteville, Nueva York.

Falleció en la casa de su yerno, el escritor L. Frank Baum, en Chicago, y sus restos fueron incinerados.

[2]​ Matilda Joslyn Gage es el epónimo del "Efecto Matilda", término acuñado por la historiadora científica Margaret W. Rossiter para identificar la situación social en que las mujeres no reciben el crédito que objetivamente merecen sus contribuciones científicas.

Junto con Cady Stanton, fue crítica con la iglesia, lo cual la colocó en posiciones encontradas con sufragistas conservadoras tales como Frances Willard y la Unión Cristiana de Mujeres por la Templanza (WCTU).

En lugar de argumentar que las mujeres merecían votar porque su moralidad femenina permitiría entonces influir sobre la legislación (como hacia el WCTU), consideraba que las mujeres merecían el sufragio en virtud de un 'derecho natural'.

Gage tenía un estilo claro, lógico y una cuidada dosis de ironía.

Fue presidenta de la National Woman Suffrage Association (Asociación Nacional del Sufragio Femenino) (NWSA) desde 1875 hasta 1876 y sirvió como miembro del Comité Ejecutivo y Vicepresidenta durante veinte años.

Como muchas otras sufragistas, Gage consideraba el aborto como una tragedia lamentable, aunque sus puntos de vista sobre el tema eran más complejos que una simple oposición.

Gage también estaba preocupada por los derechos de la mujer sobre su propia vida y cuerpo.

En 1871, Gage formó parte del grupo de 10 mujeres que intentaron votar.

Gage trató sin éxito de prevenir que el movimiento sufragista femenino fuera tomado por el ala conservadora.

Susan B. Anthony que había ayudado a fundar la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer (NWSA), estaba muy orientada en obtener el derecho a votar, una visión que Gage veía como demasiado estrecha.

[2]​ Tuvo cinco hijos con su marido: Charles Henry (que murió durante su infancia), Helen Leslie, Thomas Clarkson, Julia Louise y Maud, la menor.

Pocos minutos después, comenzó a reírse al darse cuenta de que todo el énfasis que había puesto en que todas las personas debían tener el derecho de tomar sus propias decisiones no había pasado desapercibido por su hija, quien renunció a una carrera de derecho cuando, por entonces, estas oportunidades para las mujeres eran bastante raras.

Aunque fue incinerada, hay un monumento en el cementerio de Fayetteville en el que puede leerse su frase: "There is a word sweeter than Mother, Home or Heaven.