En un concurso para jóvenes artistas, organizado por Antonio Canova en 1819, Kessels ganó el primer premio con la terracota San Sebastián atravesado por las flechas.
Otro alumno de Kessels fue el escultor holandés Johannes Antonius van der Ven, que esculpió su lápida funeraria.
Kessels esculpió para él un Lanzador de disco en reposo, ahora en la Accademia Nazionale di San Luca en Roma, y un Cupido afilando sus flechas.
Luis ofreció a Kessels un puesto como director de la academia en Múnich, pero el escultor prefirió continuar en Roma.
Otro patrón importante fue Guillermo I, rey de los Países Bajos para quien esculpió Marte descansando, un mármol colosal ahora en el Palacio de Laeken; como premio a su trabajo, Kessels recibió la Orden del León holandés.
Aunque durante su vida su arte alcanzó un gran éxito, hoy en día su fama y reconocimiento ha sufrido cierta merma.