Matamos a Yamamoto

Ante esto, el equipo de la Casa Blanca se plantea detenerle por su relación con grupos terroristas.

Pero su inmunidad diplomática, y la obtención de una confesión fundamental bajo tortura, impedirían este hecho.

Es cuando el segundo aporta una solución contundente: en tiempos de guerra no son válidas las leyes internacionales.

Donna es enviada a Dakota del Norte para hacer una declaración institucional sobre las pretensiones de este territorio para cambiar su denominación.

Este le recomienda el gimnasio del FBI para que haga ejercicio, aprovechando también para intentar enseñarle a manejar un arma, sin mucho éxito.