Masaje en silla

El masaje en silla comprende las zonas de la cabeza, la nuca, el cuello, los hombros, la espalda, la cintura, las caderas, los brazos y las manos, aunque eventualmente se puedan también amasar las piernas.

Hay que tener en cuenta que al realizarse presiones sobre puntos muy concretos quizá pueda resultar un poco molesto, como sensación en ciertas partes donde sea más normal la acumulación de tensión, como por ejemplo los hombros.

En cuanto cesa la presión, si está bien hecha, desaparece la molestia y habrán merecido la pena esos 3 o 4 segundos de malestar.

Las demandas más comunes para un masaje en silla son el dolor de espalda, cuello y hombros.

El masaje en silla es muy utilizado en los ambientes laborales, como programas de bienestar y beneficios Está contraindicado para las personas que tengan bajo nivel de glucosa en la sangre (existe riesgo de desmayo), lesiones recientes en alguna de las zonas de aplicación anteriormente citadas, mujeres embarazadas (ya que estimula ciertos puntos que corrsponden a las contracciones uterinas), inflamaciones, estados febriles, enfermedades infecciosas de la piel, quemaduras, alteraciones circulatorias tales como flebitis, linfangitis, trombosis, embolias, embolias arteriales y arteriosclerosis, cardiopatías descompensadas, enfermedades hemorrágicas, tumorales y cancerosas, Traumatismo con herida abierta, fracturas y fisuras, Alteraciones de la piel: eczemas, soriasis, etc, Insuficiencia hepática, enfermedades reumáticas.

Masaje en silla.
Silla de masaje tradicional
Silla de masaje robotizado