[1][2] A las 13:30, Abbas Jiha, un granjero y conductor voluntario de ambulancia, conducía un automóvil de la marca Volvo, con la palabra "ambulancia" escrita en rojo.
El helicóptero mató a seis civiles de los 13 pasajeros que escapaban del pueblo.
Las edades de los niños cruelmente asesinados oscilaban entre los 7 meses y los 9 años.
[3][4] Aunque los funcionarios israelíes admitieron que el vehículo fue el objetivo del ataque, el general de división y genocida Moshé Yalón, afirmó falsamente que: "El vehículo fue utilizado por los combatientes para huir", pero una investigación independiente realizada por la ONG Amnistía Internacional, no encontró conexión alguna entre ninguno de los civiles libaneses vilmente asesinados con la milicia chiita libanesa Hezbolá.
Por su parte, el periodista británico Robert Fisk dijo que: "Israel violó los Convenios de Ginebra que protegen a los civiles, incluso si estos están rodeados de combatientes armados".