Maria Stuart

Mortimer convertido al catolicismo tras un viaje a Italia, se convenció del derecho de María Estuardo al trono de Inglaterra y destinó su vida a su liberación.

Isabel esta en dialogación para unirse en matrimonio con la Corona francesa, el pueblo clama la condena de María, escucha consejos sobre su decisión con respecto a la sentencia.

Se presenta Paulet y le entrega la carta de María Estuardo, la conmueve esta pero no se decidió aceptar sino hasta que escuchó la elocuencia del conde Leicester, que veía por el beneficio de María.

Leicester mantenía una relación estrecha con Isabel y era su preferido, pero una ofensa pasada hacia el amor de María Estuardo le infundía sentirse en deuda y para expiarse cambiaba, pero no sacrificaría su posición.

Isabel quería muerta a María pero no iba macular sus manos, por lo que confiando en la juventud y lealtad de Mortimer le encomendó el regicidio tácitamente.