Marvin Barnes

[4]​ Su primera temporada fue espectacular, liderando a su equipo tanto en puntos (24,0 por partido) como en rebotes (15,6) y tapones (1,8).

[11]​ Sin embargo el equipo no estaría a la altura, acabando en la sexta posición de una competición que se extinguiría al finalizar la temporada.

[12]​ Pero su juego decayó enormemente, en parte por los problemas que estaba empezando a tener con el consumo de cocaína.

[14]​ En el total de su carrera profesional en Estados Unidos promedió 16,0 puntos y 9,1 rebotes por partido.

Se volvió millonario de la noche a la mañana, lo que le llevaba a realizar excentricidades, como la de conducir un Rolls Royce plateado los días soleados y un Cadillac los días nublados.

Su personalidad era compleja, hablaba siempre en voz alta, con arrogancia, al mismo tiempo que resultaba divertido y extrovertido.

Estuvo recluido en la prisión de Fort Stockton, pero aquello no ablandó su carácter.

Cuando salió de la cárcel, en 1996, fue ingresado en el Houston Treatment Center, dirigido por el exjugador John Lucas, donde fue atendido durante 8 años con un tratamiento que pagó íntegeramente Ozzie Silna, copropietario de los Spirits of St.

[2]​ Barnes fue invitado por los Houston Rockets a la ceremonia en que se retiró la camiseta de su excompañero Moses Malone.