Durante los primeros 50 años de su vida, se dedicó a su familia.
En 1991 ―a los 51 años de edad―, cuando se casaron sus dos hijas, para evitar el «síndrome del nido vacío» ―como ella misma lo define― decidió dedicarse a alguna actividad intelectual que ocupara todos su tiempo.
Una compañera le prestó un diccionario lunfardo y la incitó a participar.
[1] Escribió tres poemas con muchas palabras lunfardas y los presentó al concurso.
[1] Después de ver sus poemas, Gobello la hizo ingresar al grupo Poesía de Buenos Aires, presidido por los poetas, escritores y ensayistas Orlando Mario Punzi y Ricardo Ostuni (que justamente había sido el ganador del certamen lunfardo sobre el obelisco).
Muchas de sus obras fueron grabadas por reconocidos intérpretes: Escribió letras para compositores de tango y folclore, como Raúl Garello, Carmen Guzmán, Jorfer, Juan Morteo, Luis Salinas, Mario Valdez, Oscar Valles, Mateo Villalba y Raúl Noguera.
En 1995 se sumó a la investigación sobre la vida y el discutido origen del famoso cantor de tangos Carlos Gardel, iniciada en 1960 por el periodista uruguayo Erasmo Avlis Silva Cabrera.
Escribió el ensayo Carlos Gardel: su biografía oculta, entre 1846 y 1912, donde demostró de manera taxativa que el uruguayo Carlos Gardel y el francés Charles Gardés fueron dos personas diferentes.
[18] Halló que Anaïs Beaux, la amiga de Berta que supuestamente la acogió junto con su esposo Fortunato Muñiz a su llegada a Buenos Aires en 1893, aparece como soltera y con una hija natural llamada Amanda Beaux en el censo de 1895.
Y en la lista correspondiente de ese censo no aparece Fortunato Muñiz.
[20] Y si bien quedó así constancia que la “historia oficial” difundida hasta el presente sobre el cantor rioplatense es falsa, por cierto las dudas sobre su real identidad persistirán, por lo que es indispensable determinar la verdadera identidad de Carlos Gardel a través de un análisis de ADN, para acabar así con polémicas estériles, y profundizar sobre bases sólidas la verdadera biografía del cantor.
La documentación hallada, y todas las consideraciones anteriores, contradicen la versión sobre el presunto origen francés de Carlos Gardel, publicitada hasta el presente por la denominada «historia oficial», y apoya la sostenida en declaraciones públicas y en documentos oficiales tramitados en vida por el cantor: «Nací aquí en Tacuarembó, lo que por otra parte, por sabido, es ocioso aclarar» (La Tribuna Popular, 1 de octubre de 1933).