Participó en la resistencia liberal contra los Cien Mil Hijos de San Luis, motivo por el que fue represaliado.
Duro, incansable, expeditivo; de nuevo trae la esperanza al bando liberal.
Captura a numerosos oficiales carlistas, incluido el general Verastegui; con la soldadesca no es tan generoso, y muchos acaban fusilados de inmediato.
Las autoridades realistas ofrecen fabulosas cantidades a quien sea capaz de atentar contra él.
Pronto es ascendido e incorporado al ejército liberal, promocionado sobre todo por su cuasipaisano Espartero.
Varios oficiales prometen unirse a la rebelión de la que Zurbano es la principal cabeza solapada.