Predomina un clima cálido húmedo con lluvias todo el año, con una temperatura promedio entre 22 y 26 °C.
La capital mundial de los cítricos, como se le conoce actualmente, exporta limones a Estados Unidos y Canadá, en un 70 %; Europa, 10 %; mercado nacional, 10 % y para la industria, 10 %.
En el continente europeo, el limón de Martínez de la Torre llega a Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, España, Italia, Suecia; mientras que en Asia, este producto se distribuye en Japón, Corea, Rusia y Emiratos Árabes Unidos.
Abajo del nombre aparece un castillo que representa el poder y la grandeza de los primeros pobladores, así como las instalaciones militares ubicadas en la parte alta de la ciudad.
La imagen del río corre a todo lo largo de la parte central del escudo, ensanchándose hasta desembocar en el mar, donde se encuentran dos peces de la variedad “bobos”, los cuales representan la riqueza hidrológica de la región así como el nombre del río en su parte que corre por la superficie municipal.
Lo anterior representa el sincretismo religioso y cultural de la conquista del Totonacapan.
En la parte central, al lado derecho, se localiza un árbol con 23 naranjas y limones número que corresponde al de las congregaciones del municipio y que, adicionalmente, representa el principal recurso productivo actual y fuente de riqueza regional: el cultivo de cítricos.
Por ejemplo, en San Rafael, población cercana a Martínez de la Torre, los inmigrantes franceses han desarrollado sus gustos culinarios adaptándolos a las tradiciones de esta zona.
Curiosamente en medio queda Martínez de la Torre, con un aislamiento cultural gastronómico relativo; de tal forma que su cocina mestiza no está mezclada con las costumbres indígenas, tal vez por sus raíces extranjeras.
La riqueza natural está representada por minerales como el banco de material; entre su vegetación sobresalen las maderas preciosas.