Martín Bonnet
Bonnet fue promovido como titular del Ejército y ascendido a teniente general.El nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército era considerado un militar profesional ya que nunca manifestó interés alguno en la política y siempre fue un fiel subordinado de Cáceres en el respeto al orden constitucional.Los amotinados desconocían la autoridad de los generales en servicio activo y únicamente reconocían al coronel (R) Mohamed Alí Seineldín, quien se encontraba nuevamente arrestado por desconocer la autoridad de sus superiores,[7] como jefe del Ejército.Ante esa situación el general Bonnet ordenó «Que los sublevados se rindan en calzoncillos, con las manos en la nuca y descalzos», dicha tarea fue encomendada al entonces general de brigada Martín Antonio Balza.A diferencia de los otros alzamientos carapintadas, en este el gobierno no quiso establecer ningún diálogo con los insurrectos y los reprimió sin dar cuartel.Al día siguiente Mohamed Alí Seineldín se declaró como el único y absoluto responsable de dicho alzamiento.