Martín Abarca de Bolea y Castro

Martín Abarca de Bolea y Castro (Nápoles.De muy corta edad, don Martín entró a servir a Ana de Austria como menino, para seguir posteriormente la carrera militar.En 1577 es encargado del alistamiento de hombres y pertrechos en Aragón, lugar donde se documenta que prestaba servicio en los años de 1595 y siguientes, desconociéndose la fecha exacta de su muerte, probablemente posterior a 1602, cuando nació su hija Ana.Y de Paulo Véneto en estilo tradujo, dulce y neto la Historia del Oriente, porque su nombre sea tan luciente como el cuarto planeta, y merezca el renombre de elocuente historiador, y célebre poeta; cuyo docto palacio fue museo del resplandor Febeo, donde del Ebro los ingenios graves vencieron los acentos de las aves de la madre amorosa de Cupido; y en uno, y otro acorde sostenido se celebró su fama Tradujo también el Libro de las maravillas de Marco Polo, en edición publicada en Zaragoza en 1601: La «Historia del Oriente», de «Paulo Véneto», que cita arriba Uztarroz.[7]​ Andrés Rey de Artieda lo elogió en sus Rimas.