[4] Santa María del Villar fue un pequeño coto jurisdiccional incluso en la parroquia de Miudes, o Valdemiudes, y que comprendía los lugares del Villar y Miudeira.
Así se recoge en el Catastro de Ensenada, que en cambio ya no menciona la existencia de jurisdicción señorial en Villar y Miudeira.
Los fundadores vincularon la jurisdicción de Omañón, con más tierras en Omaña, la casa y coto del Villar, los de Padriñán y Boimoro, con su ferrería, y más bienes que poseían en Galicia y en el concejo de Castropol, con imposición del apellido Omaña.
[10] A este mayorazgo quedó agregado, en el siglo XVIII, el título de marqués, que por tanto se rige por sus reglas sucesorias.
En el siglo XX se le agregó la de San Salvador de Salave y pasó a llamarse Campos y Salave.
Su antigua casa solar, sita en el Barrio de la Puente, fue hasta fines del XIV la cabeza de un vasto señorío que abarcaba aproximadamente la comarca actual.
Durante toda la Edad Moderna, la zona quedó dividida entre estos dos estados: Omaña y Omañón, que por el tiempo en que se abolieron los señoríos pertenecían respectivamente al duque de Uceda (por su título de conde de Luna) y a la vi marquesa de Santa María del Villar.
[12] La sucesión genealógica de este linaje durante la Baja Edad Media fue investigada en el siglo XVII por el erudito historiador Luis Alfonso de Carvallo.
[13] Y pese a que el manuscrito en que la expone permaneció inédito hasta finales del XX, el estudio de este benedictino asturiano ha sido hasta hoy la fuente fundamental sobre el tema, a la que siguen la generalidad de los genealogistas.
A raíz de la muerte de este joven, cabeza del linaje a la sazón, se extinguió la varonía, recayendo la casa en mujer; los herederos se desarraigaron de sus posesiones leonesas, estableciéndose en Asturias, y a consecuencia de todo ello, dichos estados quedaron sin defensa, de modo que «el Adelantado, y otros, se apoderaron de casi todas las tierras, señoríos y jurisdicciones que tenía la casa de Omaña, que eran muchas, sin las cuales quedó para siempre.»[13][14]
La narración de Carvallo, pese a que no le falta base documental, plantea importantes contradicciones cronológicas y genealógicas.
Claro que este problema cronológico se resuelve sencillamente adelantando unos doce años la fecha de la muerte de Ares: hasta la última década del siglo XIV.
Ares González y María Álvarez serían padres de
[7] Este Men Suárez, como ya se ha dicho, floreció en la segunda mitad del siglo XIV al servicio del obispo de Oviedo, de quien obtuvo dicha jurisdicción y la encomienda del Castillo de Fiel en Castropol.
[7] Testó en 1504 y casó dos veces:[17] la primera con una señora llamada Aldonza.
[17] Y en segundas nupcias con María Flórez,[17][18] de la que tuvo cuatro hijos varones:[7]
Casó con Francisca Sarmiento, quien le sobrevivió algunos años (alistada como su viuda en 1584, 1590 y 1608).
No parece que quedaran hijos de este matrimonio, pues no se los menciona en los citados padrones.
En todo caso durante un lapso de años no figura en los padrones locales un señor de la casa del Villar.
Y hay también una laguna en la información en que se basa la presente genealogía.
En el primer cuarto del siglo XVII sucedió • Juan de Omaña y Rivadeneira (c. 1590-c. 1640), señor de la casa y coto del Villar, capitán.
Figura asentado en los padrones de Castropol ya en 1608 y hasta el año 1638.
Casó con Antonia Valladares Sarmiento y Zamudio, hija de Jacinto Sarmiento Barraganes, o Valladares Sarmiento, i conde de San Román, y de Leonor Francisca Zamudio y Olano, su mujer.
[32][33] Figura en la documentación como María Josefa, pero Trelles la menciona como Ángela, por confusión con su hermana arriba citada, que casó con el señor de la casa de Donlebún.
[29] Viuda por segunda vez desde 1657, Leonor de Trelles pasó estrecheces económicas: los alimentos que le pasaba su hijo el marqués y conde no bastaban «para su decencia según crianza, calidad y circunstancias», y tuvo que vender y empeñar en conventos algunas de sus joyas, conservando solo las vinculadas a su casa.
[42] En su citado testamento de 1780, el marqués declaraba por hijos a estos siete:[42]
Por fallecimiento del anterior hacia 1781, sucedió su hijo[1] • Joaquín María de Miranda y Gayoso (1756-1808), v conde de San Román y v marqués de Santa María del Villar.
[1] Casó hacia 1795 con María del Pilar Sebastián y Raón,[44] de la que tuvo por hijas a
Empezó a usar ambos títulos en 1808, siendo aún niña, cuando sucedió en los mayorazgos por muerte de su padre, pero no sacó real carta hasta cuarenta años después, y solo por el condado.
Y en 1849 «cedió» a su segundogénito el marquesado de Santa María del Villar (por el que no había llegado a titular).